Mariángel Magaquian y Añush Grati son pareja. Elles se autoperciben no binaries. ¿Qué es? ¿Qué abarca? ¿Cómo se sienten elles? En esta charla profundizamos sobre el no binarismo para conocer de fondo la diversidad de género.
Mariángel tiene 29 años es oriunda de La Rioja pero vive en Córdoba capital desde joven. Por otra parte, Añush Grati, de 23 años, es de Buenos Aires. Por fuera del binarismo impuesto y hegemónico, femenino-masculino, están las personas que se identifican con otros géneros. La diversidad es muy amplia. El auto reconocimiento, las vivencias y experiencias, también.
¿Cuándo se dieron cuenta de su género?
Mariángel (MA): Tuve varias etapas, la primera a los 16 años, y fue como más difícil. Me sentía bisexual. A los 18 años vine a Córdoba fue más fácil porque conocí mucha gente. A los 21 años, aproximadamente, me asumí lesbiana, me di cuenta que los chicos no me gustaban. Con mi primera novia dije, sí, me gustan las chicas. Después de la aprobación de la ley del matrimonio igualitario cambió mucho la sociedad. A partir de que empecé a asumir qué me gustaba, por donde pasaba mi orientación sexual, me definí como Queer. Queer es un insulto en inglés, significa desviado, pero acá se adopta como una reivindicación. Soy queer, cuando me defino así siento más libertad en comenzar a jugar y experimentar con mi género, a cuestionar mi binarismo ¿por qué hombre o mujer si yo no me había sentido ni hombre ni mujer? A mí me sociabilizaron mujer ante la sociedad, siempre fui presentade como mujer, por más que yo desde los 5 años tenía resistencia a los estereotipos femeninos.
Me considero no binarie hace 2 años aproximadamente. No me sentía cómode con ser persona cis (están cómodos con su sexo biológico). Yo estoy en el medio, el término no binario viene a ocupar ese espacio que existe para personas que no se sienten ni una ni otra y te podés hormonizar o no, es una cuestión de cómo querés decorar el cuerpo. Yo no considerándome cis, ya soy trans. En algún momento puedo hormonizarme u operarme. El binarismo es una estructura que nos viene guiando en la humanidad hace mucho tiempo, que cambia con el tiempo porque el humano va cambiando. Y te das cuenta que el binarismo queda chico para la diversidad que hay.
Añush (A): Es un proceso caótico por la que pasa une niñe, adolescente, para poder encajar. Mi identidad de género es no binaria, mi orientación sexual es pansexual, es decir que me siento atraíde hacia las personas más allá de su género, me puedo enamorar de una mujer, de un varón, de una persona no binaria. Todavía no puedo tener mi dni que refleje mi género, tener una jurisprudencia que valide mi identidad y como eso impacta, después, en el ámbito médico, educativo, profesional.
Por un lado está el género que se le asigna a nacer a una, en mi caso fue mujer porque se fijaron en mi genitalidad. Yo me di cuenta de que mi género era mujer cada vez que iba al baño, por ejemplo. Entonces, mirando en retrospectiva, desde pequeñe veo que estaba haciendo todas las cosas que tenía que hacer a partir de la linealidad de que yo era mujer, esto de con que cosas jugar, como vestirse, etc. Todo el peso que eso tiene, y desde los 5 – 6 años toda esta simbología alrededor del término mujer me generaba rechazo. Hubo etapas en la que me culpaba a mi misme porque no encajaba en los estereotipos de mujer. Hasta que tuve la suerte de encontrarme con personas que desafiaban ese binarismo, que me mostraron que hay más de dos géneros, que son estructuras que vienen a ordenar la sociedad. Une puede salir de esas estructuras y no amoldarse. Esto fue a los 20- 21 años en donde pude expresar más mi ser genuino aunque eso signifique perder privilegios.
¿Te sentís privilegiada por el apoyo de tu familia?
MA: El privilegio viene por una cuestión de haber nacido en los 90, y no en la dictadura por ejemplo. Ser hije de inmigrantes creo que también es un privilegio. Hay parientes con los que no hablo de estos temas, algunos saben que soy lesbiana, y otras personas me identifican como no binarie.
Una vez exteriorizado, ¿cómo fue la reacción de su entorno más cercano?
(A): La primera vez que pude exteriorizar que era una persona no binaria, sentí una felicidad abrumadora. Lo que sentía no estaba mal, era eso y hay una palabra para esto y las palabras crean mundos. Me dio muchas esperanzas. Creo que era algo que me estaba faltando y no podía sacarme esa tristeza constante de no llegar nunca. Nunca me había sentido tan genuine, tan complete, tengo un empoderamiento mucho mayor, confío más en mí. Sé quién soy y no tengo que estar persiguiendo algo que no soy, mujer. Como el proceso fue desde los 5 años a los 23 creo que puedo identificar distintas formas de reaccionar de mi familia, amigues y mie también. En mi familia, el rechazo a los estereotipos de mujer que yo manifestaba, le generó frustración. A pesar de que era une niñe que buscaba la excelencia académica y la aprobación por otros lados, la frustración de mi familia venía por el lado de te tenés que ver de cierta forma, de no entenderme, de que mi vida sea bastante difícil de no poder compartir las normas sociales de lo que significaba ser “mujer”. El binarismo en el que vivimos causa confusión por no tener acceso a otros tipos de narrativas porque nunca conocieron a alguien así. A pesar de que me conocen a mí creo que les va a llevar tiempo que puedan usar mis pronombres, porque mi pronombre es elle, yo no respondo al pronombre de ella o él no lo creo imposible tampoco, éste género siempre estuvo, está y cada vez tendrá mayor visibilidad. Los espacios de diálogos son muy importantes. Con mis amigues son las primeras personas con las que hablé, hubo algunes que costó más a otres menos, pero la recepción fue muchísima más rápida, con menos tensiones más preguntas responsables, empáticas creo que esto es algo generacional. El contexto que estamos viviendo también ayuda.

¿Qué pensás de la gente que no acepta la diversidad de género?
(MA): No soy una persona reaccionaria, que debate constantemente pero si me gusta que la gente tenga empatía. Soy una persona como vos que quiero vivir mi vida como me parezca y como pueda. Tengo derecho a trabajar, a tener pareja, a querer tener hijos o no.
Creo que cuestionar el género es también cuestionar la estructura a la cual estamos sometides por haber nacido. Que apenas nazcamos tengamos que poner género masculino o femenino te determina de por vida. Que hoy tengamos la posibilidad de no anteponer el género es un gran avance. Hay que entender que sexualidad pasa por un lado y género pasa por otro. El género es más profundo, tiene que ver en cómo te sentís, como viviste y vivís tu vida. En mi casa nunca dejaron de hablarme. Las personas somos personas y hay personas que quieren vivir la vida de una manera y otras, de otra.
¿Les afecta la mirada de la sociedad?
(MA): Sos re femenina me dice la gente. Tengo cosas femeninas porque las adopté, pero mi autopercepción pasa por otro lado, no por cómo me vea la gente. No me molesta que me digan señorita, pero en algún momento voy a reivindicar eso. Si me molesta en mi entorno íntimo me traten de ella, porque conocen mi proceso. A mí me gusta que me digan elle, uso el lenguaje inclusivo, es necesario.
También busco masculinizarme para transgredir mi propio sexo biológico. Yo me cuestiono mi propia femeneidad, por eso tengo un look más andrógeno. Es confuso y complejo, por eso está bueno preguntarle a la gente ¿Cómo te autopercibís?
(A): Me afecta lo que piense y la forma de actuar de la sociedad. Esto de que me masculinice en mi vestimenta para hacer el contraste con mi cuerpo femenino, generaba un desconcierto que a mí me causa mucho placer porque esa es la definición de no binarie. Pero después pienso que no hace falta tener que visualmente transmitir algo para que alguien valide tu identidad Hay mujeres trans que no necesariamente se hormonizan pero no es menos mujer porque no se ve como tal. Es muy difícil como te afecta la definición de las otras personas. Vos sabés que sos la otredad porque las otras personas vienen y te dicen que sos la otredad. Lo que define les otres para con une afecta en la forma que uno se expresa, lo que hace o deja de hacer, adónde va. Hoy no me afecta en gran medida pero sería una mentira si te digo que no me afecta.
¿Cómo creen que estamos como sociedad? ¿Por dónde sería el camino a seguir?
(MA): Estamos en proceso de transición, y tener un Estado que no te castigue por tu género está bueno. Creo que no se dimensionaN los avances que tenemos en la adquisición de derechos. Igualmente todos los días escucho una preocupación de género diferente. Como humanidad tenemos que cambiar muchas cosas, ser más humanos.
(A): Cuando una persona nace me encantaría que no se le asigne un género, que crezca. Cuando tengamos esa libertad, esa posibilidad de no sesgar quienes debemos ser a través de nuestro genitalidad y de ahí toda la construcción de ser varón y mujer. Nunca tenemos que dejar de cuestionarnos el género, porque hablamos siempre de varón o mujeres, de darnos la posibilidad de que en las escuelas se hable, no darle tanta injerencia a cierto peso de la Iglesia, es complejo. No creo que haya un solo camino, creo que hay varios. Hay muchos actores, muchas personas que están articulándose para que eso sea posible. Ya que se está utilizando el lenguaje inclusivo, refleja lo que pasa en la sociedad. Institucionalmente, que empiecen a salir dni con una rayita en el sexo es alucinante. El miedo viene desde de la ignorancia de no saber, entonces preguntar con empatía puede ser un camino también. Porque lo no normativo trae incomodidad, por eso mismo porque rompe con lo impuesto. Pero son siglos de aprendizaje, de luchas. Estamos inmerses en un sistema opresor, eso da miedo porque sabes que no tenés los mismos privilegios y se te van a cerrar muchas puertas y al mismo tiempo te permite construir opciones para que ese sistema se modifique a gran escala.